A palos con los camellos: La realidad de los paseos turísticos

El video viral grabado en Yaiza (Lanzarote), de una cría de dromedario siendo golpeada en repetidas ocasiones e incapaz de levantarse con dos trabajadores sobre las sillas de transporte ha puesto sobre la mesa un debate ineludible: La no pervivencia de esta actividad cruel con fines empresariales. La naturalidad con la que los trabajadores tratan mal a estos animales, en especial a la cría, evidencia que daba igual que el caso fuera grabado en video, ya que parece que este es el trato que dispensan a todos los animales que explotan en los paseos turísticos en el Parque Nacional de Timanfaya. Así, la localización también es un factor importante. Los hechos denunciados por la persona que inmortalizó los golpes, gritos y tirones, se produjeron en un espacio protegido, donde se supone que debe existir un trato exquisito hacia el entorno, la biodiversidad y cualquier ser vivo. Y no, no fue así. En 2021 la Fundación Franz Weber publicó un contundente informe veterinario y un vídeo, junto con Ademal en el que alertábamos sobre importantes carencias. Existía falta de acceso regular a agua, de espacios de descanso adecuados y adaptados a los camélidos, un uso continuado de bozales metálicos que dificultaban movimientos naturales de los animales, y una evidente falta de regulación de la actividad. Es imposible garantizar el bienestar animal en esta actividad, por tanto, debe prohibirse.
A ello se sumaban las cargas excesivas, precisamente lo que parece discernirse de las imágenes de estas últimas semanas. La cría es arrastrada y golpeada cuando no puede levantar a dos hombres adultos. Eso sí, todos vestidos como marca el convenio entre el Ministerio de Transición Ecológica y al Ayuntamiento de Yaiza. Aquí encontramos el segundo factor de importancia, puesto que el Gobierno local de Yaiza es parte interesada en el mantenimiento de los paseos en camello. El ejecutivo municipal se embolsa el 10% de cada entrada y a la vez anuncia una investigación del video para, días después, comenzar una campaña de declaraciones en medios de comunicación que poco más que exculpan a los responsables de los golpes de cometer alguna infracción. Esto no acaba aquí, en una entrevista en Onda cero el propio alcalde reconoció que todavía estudian como incoar el expediente sancionador. Es gravísimo. FFW siempre lo tuvo claro y ahora todavía más. Es prioritario poner fin a los paseos sobre animales, concienciando a los turistas nacionales e internacionales que visitan Lanzarote, avanzando en un programa de reconversión empresarial que facilite nuevas vías de generación de riqueza para empresarios y trabajadores, y garantice la integridad futura de los animales lejos de su explotación. Rubén Pérez Sueiras