Abrumador SI por salvar el Yasuní en Ecuador

La sociedad ecuatoriana se pronunció el pasado 20 de agosto del presente año a favor de SÍ PROTEGER el Yasuní, una reserva natural única en el mundo, por la cantidad de biodiversidad que alberga, la misma que se ha visto afectada por la extracción petrolera que ya lleva algunos años realizándose en ese territorio.

Declarada por la Unesco en 1989, La Reserva de Biosfera Yasuní se encuentra en la región amazónica, en la provincia de Napo, en el norte del Ecuador. El ecosistema dominante es el Bosque Húmedo Tropical Lluvioso que es parte de la cuenca alta del Amazonas. Está catalogada como una de las zonas con mayor diversidad por metro cuadrado del planeta. El 99.73% de la Reserva de Biosfera está representada por vegetación natural original.

Pero la protección y la explotación del Yasuní tiene su historia y esto comenzó en 2013 ante la decisión del gobierno de aquella época (Rafael Correa) de extraer el crudo del subsuelo del parque nacional, lo que a día de hoy representa el 12% de toda la actividad petrolera del país. Luego de un breve y fallido intento de motivar a la comunidad internacional de prácticamente indemnizar al Ecuador por proveer de este pulmón para el planeta,  a cambio de mantener el petróleo  bajo tierra, el gobierno finalmente emprendió su plan extractivista y por diez años se ha destruido el ecosistema que conforma el Yasuní, pero ¿en qué medida? difícil saberlo. Los estudios al respecto no son públicos y la zona que circunda la actividad petrolera se encuentra fuertemente militarizada lo que no permite el acceso a investigaciones de carácter independiente.

Además, cabe mencionar que hace una década que la extracción de crudo comenzó en el gran llamado parque nacional, grupos ambientalistas principalmente Yasunidos promovió una consulta popular para intentar detenerlo, recolectando más de 700,000 firmas que el gobierno de aquella época rechazó en un 60% ante irregularidades en los formatos y recaudo de la información. El colectivo continuó la lucha junto a otras organizaciones de lo civil y el apoyo de la comunidad internacional que fue acrecentando con el tiempo y es finalmente en este año cuando ante el fallo de la Corte Constitucional que confirmó que el rechazo de la consulta en 2013 fue inconsistente, se aprueba hacerla diez años después y con una marcada victoria. Pero esto solo da cuenta del contexto entre el gobierno y la sociedad civil respecto de este tema, pues todos los gobiernos que siguieron continuaron la actividad petrolera en el Yasuní y ahora la mirada de ese casi 60% del país y muchas organizaciones internacionales están sobre el siguiente gobierno que entre al poder en los próximos meses y de qué manera asumirá los resultados de esta consulta.

La imagen aérea muestra el Centro de Procesamiento Tiputini de la estatal Petroecuador en el Parque Nacional Yasuní. (Crédito: Rodrigo Buendia/AFP/Getty Images)

Pero es importante hablar no solo de la pugna evidente, la devastadora pérdida de la naturaleza en un lugar tan biodiverso con sus consecuencias futuras, ni de las “pérdidas económicas” como lo menciona al actual Ministro de Energía, porque su palabra es solo el eco de muchas autoridades que lo precedieron y de la mayoría de los candidatos a la actual presidencia del país. No se habla lo suficiente de las comunidades indígenas Kichwa, Waorani y Shuar que viven en la zona y que han visto la perpetuación y el surgimiento de muchos problemas sociales a causa de la instauración de la industria petrolera en la zona, con contaminación visual y acústica, del suelo, de las aguas, la proliferación de enfermedades y la precarización laboral.

Indígenas Kichwa y Waorani en marcha por defensa de la Amazonía. Foto: Amazon Frontlines.

En este sentido uno de los argumentos de las actuales autoridades de gobierno es que justamente en la zona oriental del Ecuador donde se encuentra el Yasuní ganó en NO en la consulta y sobre esto caben varias reflexiones: las comunidades que habitan en la zona por diez años han visto desmejorada su calidad de vida y la presencia de la industria petrolera ha sido muy fuerte en sostener que ese es el camino para el desarrollo y la prosperidad. Irónicamente, haciendo una revisión histórica es el oriente ecuatoriano, de donde siempre se han extraído los recursos naturales más preciados, la región más empobrecida del Ecuador.

Fuente: Entrepueblos.org

Y sobre esto, es posible que la consulta hubiera tenido mayor porcentaje de aceptación en la protección del Yasuní si hubiese estado planteada de una manera más clara y sencilla. Algo que es irrefutable, es que el interés de la mayoría gobiernos, no sólo de Ecuador es su apunte a la ejecución de políticas públicas de beneficio económico inmediato en detrimento de la naturaleza y la vida, aún cuando son políticas de corto plazo donde el perjuicio ambiental será la factura más grande a pagar por las generaciones futuras.

*Imagen de portada: Bosque del Parque Nacional Yasuní. Este lugar megadiverso en fauna y flora está ubicado en Pastaza y Orellana. Foto de José Schreckinger.

Virginia Portilla Cabrera