La violencia escolar y el maltrato animal: un análisis necesario

En muchas ocasiones estos dos términos “bullying y violencia escolar” se utilizan como si se tratara de lo mismo, primero es importante aclarar que no son lo mismo. La violencia escolar es un paraguas más amplio donde caben distintas dinámicas incluyendo el bullying o también llamado acoso escolar. Pero el origen de la violencia escolar no yace en los centros educativos, sus raíces son la consecuencia de un sistema social violento desde su estructura, dando paso al aprendizaje de conductas violentas que atraviesan las dinámicas sociales.  Fuente: Revista Intercontinental de psicología y Educación. Ahora, dentro de la violencia ocurrida en las escuelas, sí es muy importante comprender y aprender a identificar el bullying ya que podría ser una forma de prevenir formas de violencia más severas como las que expondremos más adelante en este artículo. Según fuentes de la Unicef, el bullying es más relativo al acoso escolar y se define por la conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada. Finalmente, también incluye la violencia ejercida a través de internet, a esto se le llama ciberacoso. Algunas cifras en España y Latam Según la Unesco, la violencia en el ámbito escolar es una realidad que deniega cada día a millones de niños y jóvenes el derecho humano fundamental de la educación. El Plan Internacional estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes. En la misma línea, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre enero de 2021 y febrero de 2022 se detectaron 11.229 casos graves de bullying, lo que sitúa a España como uno de los países europeos con más incidencia de acoso escolar. Fuente: El Debate Según el estudio realizado por la Internacional Bullying Sin Fronteras (2019) en Latinoamérica, el país con alto índice de violencia escolar es México, debido a que 28 millones de los 40 millones de estudiantes de nivel primario y secundario padecen de acoso en las instituciones educativas, estas cifras posicionan a México en el primer lugar a nivel mundial en casos de acoso escolar. Seguido por los Estados Unidos de América y China. Fuente: Revista científica de FAREM.

En España y Latinoamérica las cifras dejan clara la urgencia de trabajar para desmontar las violencias cometidas en el ámbito escolar que abarcan a niñas, niños y adolescentes, y nuestra propuesta desde la Escuela Fundación Franz Weber acogiendonos a la evidencia científica, es tomar en cuenta el maltrato animal asociado, para poder en marcha políticas públicas transversales e integrales que permitan trabajar en la erradicación de la violencia desde todos sus frentes. Además, el maltrato animal es una señal de alarma de que otras formas de violencia pueden ser cometidas. 

Entendemos como maltrato animal, toda conducta que genere sufrimiento físico y/o psíquico a un ser sintiente. Dentro del maltrato animal también caben aquellos actos que generen malestar por omisión, por ejemplo: que no se proporcione atención veterinaria a un animal cuando esté enfermo.

El maltrato hacia los animales es un tema que por mucho tiempo se ha abordado pero desde una perspectiva aislada en relación a otras formas de violencia. A pesar de que existen numerosos estudios científicos que confirman la relación entre la violencia hacia los animales y otros crímenes y actos delictivos, el poco acceso que los sectores sociales tienen a este tipo de información, no ha permitido identificar los vínculos entre las violencias y tener una mirada más amplia e integradora en el análisis y reparación de la violencia como crisis social.

Sin embargo, en los últimos años ya se han empezado a publicar más artículos, noticias y casos de violencias contra los animales asociadas a otros hechos de violencia interpersonal; y esto ha permitido ir construyendo un conocimiento que es muy útil para las administraciones públicas al momento de construir sus políticas. Existe una relación entre el maltrato animal y la violencia escolar, que ha sido ampliamente estudiada y difundida en las últimas décadas, arrojando datos científicos absolutamente alarmantes, que reflejan las consecuencias de una sociedad construida sobre la violencia, afectando principalmente a niñas, niños y adolescentes.

La relación del maltrato animal con la violencia escolar

El camino de estas dos formas de violencia social se cruzan en las cifras de las muchas investigaciones que se han realizado en casos de violencia cometidos por niños y adolescentes, muchos de estos en el contexto escolar y sobre los que se pudo constatar iniciaron sus conductas violencias contra los animales previo a los tiroteos masivos. La mayoría de estas investigaciones han sido realizadas en Estados Unidos y ciertos países de Europa y expusieron en primer lugar, la relación entre el maltrato animal y la violencia interrelacionada. A raíz de casos muy concretos de asesinatos masivos en escuelas, se focalizó el hecho de que algunos criminales advirtieron con sus conductas agresivas hacia los animales, los actos violentos que cometieron luego. Desafortunadamente, los crímenes hacia animales han sido históricamente subestimados por la justicia, el Estado y la sociedad en su conjunto. Hemos invisibilizado las alertas que las situaciones de maltrato animal representan, en lugar de utilizarlas como las alertas de prevención de violencias mayores.

Datos sobre violencia interrelacionada: niños, adolescentes y maltrato animal

⧫ Todas las formas de violencia comparten características comunes: sus víctimas son seres vivos que pueden mostrar señales de dolor o sufrimiento, con los que los seres humanos deberían sentir empatía y que pueden morir como resultado de sus lesiones (Ascione, 2001). Estudios que analizan la relación entre el maltrato a animales y la violencia hacia personas sugieren que el maltrato animal puede ser característico de las historias de desarrollo de entre uno de cada cuatro y casi dos de cada tres delincuentes violentos adultos (Fuente: Ascione, 2001).

⧫ Un estudio realizado con una muestra de reclusos de centros correccionales de seguridad media y máxima constató que cerca del 43 % de los 261 hombres encuestados manifestaron haber cometido maltrato animal durante la infancia o la adolescencia (Tallichet, Hensley, & Singer, 2005).

⧫ En su estudio sobre los factores de riesgo de violencia grave contra hermanos, realizado con una muestra de jóvenes de entre 10 y 19 años, Khan y Cooke (2008) hallaron que el maltrato animal perpetrado por niños y adolescentes puede ser un importante predictor de actos violentos dirigidos contra hermanos.

⧫ Los jóvenes que han maltratado a animales a una edad temprana son más propensos a justificar que un padre agreda a sus hijos y que un hombre agreda a su esposa (Flynn, 1999).

Un caso de violencia escolar que marcó la historia

La masacre de Columbine fue un hecho que marcó un antes y un después en Estados Unidos donde ocurrió, pero que hizo eco en todo el mundo. Los adolescentes perpetradores de los actos de violencia tenían un pasado de violencia hacia los animales que fue ignorado por sus parientes cercanos y tanto en este caso como en muchos otros, la investigación científica evidencia que este antecedente común de maltrato animal fue una de las primeras señales de alerta para la identificación de un problema y prevenir hechos mayores.

La relación con el maltrato animal se da como parte del ciclo de la violencia donde uno actúa desde una posición de poder en contra de aquel que se encuentra en una situación de indefensión, y en este sentido, los animales con los que interactuamos normalmente, siempre lo están y por ello son víctimas de estas formas de violencia. 

Propuestas para el desmontaje y la prevención de la violencia escolar

La violencia debe ser trabajada desde un enfoque transversal, no hay una única estrategia para erradicarla, se deben accionar todos los ejes posibles y de forma coordinada trabajar por dicho fin. A continuación, hacemos algunas consideraciones prácticas que el personal de las oficinas públicas pueden poner en marcha a través de su gestión:

Formación transversal: que el funcionariado público acceda a formaciones con agentes y profesionales de otras disciplinas en temas de violencia y convivencia responsable con animales. Por ejemplo, los funcionarios que trabajan por la seguridad (policía) deben formarse en temas de género, protección animal y viceversa. Las oficinas a cargo de la regulación de la convivencia con animales también deben formarse en otras líneas de violencia social para complementar su labor. Ofrecemos este servicio a través de esta nuestra plataforma de cursos y masterclass dirigida especialmente a los gobiernos que trabajan por las comunidades humanas y animales.

Intercambio de datos: creando protocolos de intercambio de datos en las diferentes oficinas públicas que trabajan por las mujeres, personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes, animales y otros grupos vulnerables; compartiendo datos encontrados para poder contrastarlos e intervenir los casos de violencia de manera integral. A partir de la identificación de un caso de maltrato animal también se puede llegar a casos de abuso infantil o violencia de género. Recordemos que el maltrato animal mayormente ocurre en el marco de la familia.

Inclusión de preguntas sobre otras violencias: las oficinas públicas que trabajan con todos los grupos vulnerables tienen sus protocolos de actuación, formularios, formatos de entrevista, etc. Lo recomendable es incluir preguntas sobre maltrato animal en aquellas que son aplicadas a mujeres víctimas de la violencia de género, o en el caso de los protocolos de trabajo por los animales, incluir preguntas sobre otras violencias sociales; esto permite que puedan abordarse los casos de forma más amplia, identificando otras formas de violencia relacionadas y generando la articulación de las oficinas públicas.

Trabajando en la prevención desde las escuelas: a través de acciones y proyectos educativos como Escola Animal, el mismo que fue creado en España y replicado con mucho éxito en México y Ecuador, consiste en la promoción de la empatía en niñas y niños desde las aulas escolares, por medio de actividades enfocadas en la protección de los animales. Lo explicamos en detalle en una entrada anterior en este mismo blog.

En los salones de clases se puede construir una sociedad más pacífica. Es nuestro deber con las presentes y futuras generaciones, hacer el esfuerzo por crear un mundo donde no tenga cabida la violencia a ningún ser vulnerable.

 

Virginia Portilla, psicóloga.

Coordinadora de Escuela FFW para Latam